Cuando hago una entrada con un home tour me gusta enseñaros casas en las que se muestren signos de vida cotidiana, que con tan solo echar un vistazo observemos que de verdad están habitadas, no solo preparadas para una sesión de fotos. Al fin y al cabo este tipo de posts sirven para inspirarnos y para captar ideas que luego podamos adaptar a nuestras necesidades.
Aunque, en general, siento amor platónico por todos los miniapartamentos, cuando vi el que os enseño hoy, no pude evitar compartirlo con vosotros.
Cuando contamos con unas dimensiones muy reducidas, jugar con los muebles es la mejor forma de crear diferentes espacios. En este apartamento, podemos ver como se diferencia una zona de estar, donde los protagonistas son la mesita de centro y el sofá, de una zona de comedor, con dos sillas y una mesa extensible, perfecta para ocasiones especiales.
Cuadros y accesorios decorativos cargados de personalidad, y, por supuesto, plantas, hacen de este apartamento, a parte de un buen ejemplo de cómo aprovechar los espacios reducidos, un lugar muy muy acogedor.
En ambientes con techos altos, construir una segunda planta donde ubicar el dormitorio es una buena manera de ganar metros. Así, el espacio que queda debajo se puede convertir en el salón, cuarto de baño o, como en este caso, en la cocina.
En los microapartamentos cualquier hueco que quede entre dos habitaciones, debajo de unas escaleras o encima de una puerta, se convierte en algo muy valioso, por eso es imprescindible utilizar estos rincones para almacenar libros o colocar algún objeto decorativo y, así, no desaprovechar ni un centímetro.
Colocar una bandera a modo de cabecero me ha parecido una idea genial, además, si concuerda perfectamente con el resto de la decoración de la casa, es un recurso muy original.
¿Os imagináis viviendo en tan pocos metros cuadrados?
Fotos: Gravity Home
